domingo, 3 de octubre de 2010

La Intolerancia de Los Tolerantes

De vez en cuándo me pregunto si está bien discriminar, tener prejuicios, ser intolerante.
No es que sea mala persona, facista, loca.
Bueno, quizás un poco de la última sí.

Me pregunto esto un poco, porque de vez en cuándo voy por la vida y me encuentro con personas que abrazan la No Discriminación como si fuera su máxima bandera (criticando así con extremada dureza a quienes 'discriminan') y sin embargo se pasan la vida insultando, mirando al otro de costado con aires de superioridad. Posiblemente esté siendo un poco sarcástica, pero sinceramente me molesta la actitud. No me molesta el hecho de que critiquen o discriminen, ya que, lamentablemente, dentro de cada uno de nosotros existe un bichito un poco malo, sino que me molesta que miren a los otros como si fueran monstruos, cuando en la realidad eso que aborrecen es algo que también llevan dentro de sí.
La verdad es que dentro de cada uno de nosotros existe el bicho discriminador, que mira para el costado, critica y más que nada: juzga. No estoy hablando de un ser que desprecie a los homosexuales, a los negros o a los Católicos; sino que su comportamiento yace en despreciar lo más básico: el hablar mal de una persona porque nos moleste el tono de su voz, su ropa, el barrio donde vive, los amigos que tiene.... Nadie es un santo y, para combatir la discriminación, debemos aceptarlo, reconocer que nosotros tenemos nuestros juicios, que, aunque quizás hoy no seamos concientes, el día de mañana pueden desembocar en formas de discriminación más grandes y generalizadas. La actitud es la misma, la manifestación es distinta.

Podemos hacer la vista gorda, o jactarnos que nuestras reiteradas críticas son bien fundadas, que existe una razón por la que juzgamos mal al otro. ¿Existen motivos para el desprecio? Sinceramente creo que no, que siempre que rechazamos algo en el otro estamos simplificando, ignorando los motivos por los que eso es así. La base de la discriminación es la simplificación.
Hay una frase que me encanta que dice "Be kind, for everyone you meet is fighting a harder battle", cada vez que alguien me inspira desprecio (sea por motivos serios o superficiales) pienso esta frase para mi misma.
Creo que la mejor forma de combatir la discriminación no es dándole palo abierto a quienes discriminan sino que intentar comprender mejor a quienes nos inspiran desprecio, o cuyas actitudes o formas de vida nos causan rechazo o confusión.

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